ASEZ se ha movilizado para colaborar en la recuperación de los daños causados por los incendios forestales en República de Sudáfrica.
El incendio, que se originó en la Montaña de la Mesa, una de las siete maravillas naturales del mundo, se propagó rápidamente debido a los fuertes vientos, causando graves daños en la Universidad de Ciudad del Cabo. Las autoridades de la universidad solicitaron ayuda a ASEZ.


Un representante de ASEZ declaró: “En una situación difícil debido a la pandemia de la COVID-19 que ya lleva dos años, los incendios forestales han intensificado el sufrimiento de los ciudadanos. En momentos tan complicados, necesitamos sabiduría y amor para superar juntos los desafíos. Esperamos que esta actividad de voluntariado sea una oportunidad para transmitir esperanza y valor a la comunidad local, aunque sea con un pequeño esfuerzo”.
El 29 de abril, una vez que los trabajos de extinción del incendio habían avanzado, los miembros de ASEZ participaron en la restauración de la biblioteca de la UCT. Esta biblioteca alberga una extensa colección de documentos de investigación, mapas, libros raros, películas, fotografías, periódicos y revistas, no solo de Sudáfrica sino de todo el continente africano.
Entre los materiales perdidos en el incendio se encuentran aproximadamente 70 000 artículos de investigación sobre el continente africano, alrededor de 3500 archivos audiovisuales, publicaciones gubernamentales de todo el continente, manuscritos y documentos de archivo que estaban almacenados para su digitalización. Entre ellos, había artículos raros publicados entre los siglos XIX y principios del XX, lo que hace urgente la búsqueda y el traslado de los materiales.
Los trabajos se llevaron a cabo siguiendo las pautas de prevención sanitaria y bajo la orientación de los responsables de la universidad. Los voluntarios formaron una larga cadena desde el sótano hasta la planta superior de la biblioteca para trasladar cajas de materiales. Desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, movieron al exterior cajas plásticas con documentos recolectados y clasificados por expertos.





Nkanyiso Trevor Masombuka, estudiante de posgrado en la UCT, expresó: “Hace solo dos días pasé por aquí y no había ningún problema, pero ahora ver todo destruido y reducido a cenizas me rompe el corazón. Los edificios quemados se pueden reconstruir, pero los libros y materiales perdidos no se pueden recuperar. Como estudiante de la UCT, quería ayudar aunque fuera un poco, hacer algo por mi universidad”.
Brits Van Zyl, un graduado, también compartió sus sentimientos: “Me siento agradecido de haber podido participar en esta actividad de voluntariado. Espero que la energía positiva de los estudiantes que ayudan en este momento difícil dé fuerza a la universidad y a los residentes. Como exalumno, agradezco a todos los voluntarios que están participando en la recuperación, y ayudaré arduamente para que la universidad pueda ser reconstruida lo antes posible”.
Mandy Noble, bibliotecaria principal que asistió en las actividades de voluntariado, comentó: “Necesitábamos mucha ayuda, y hoy han venido a apoyarnos haciendo un enorme trabajo durante todo el día. Especialmente, su ayuda para organizar el depósito de materiales en el sótano fue invaluable”.
Nancy Child, conservadora del Museo Iziko de Sudáfrica, expresó su agradecimiento: “Tanto yo como el resto de los responsables de la UCT estamos profundamente agradecidos. La energía y entusiasmo de todos ustedes nos ha inspirado y motivado mucho”.
