Respuesta al cambio climático

El INC-5.2 y la voz de la juventud

Problema Global
31 de agosto de 2025

El mundo se enfrenta hoy a una crisis del plástico. Según la OCDE, para 2060 el uso y los desechos de plásticos a nivel mundial se triplicarán. Sin embargo, la tasa de reciclaje sigue siendo apenas del 9 %. La solución al problema es clara: reducir la propia producción de plásticos [1]

Para abordar esta crisis, la comunidad internacional acordó en 2022, durante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2), elaborar un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre plásticos para 2024. [2]

Las negociaciones han recorrido un camino que incluye Uruguay (INC-1), París (INC-2), Nairobi (INC-3), Ottawa (INC-4) y Busan (INC-5.1), hasta llegar a Ginebra (INC-5.2). El objetivo fundamental es abordar de manera integral todo el ciclo de vida del plástico, desde su producción hasta su eliminación.

Un espacio creado por la juventud

Un aspecto especialmente destacable del INC-5.2 es que, entre los actores diplomáticos tradicionales, el grupo de jóvenes logró consolidar una presencia nítida. La participación internacional de la juventud se remonta a la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992. En aquella ocasión se adoptó la Agenda 21, a partir de la cual se creó el “Grupo Principal de Niños y Jóvenes ante el Programa de las Naciones Unidas (CYMG, por sus siglas en inglés)”. Desde entonces, durante décadas, este grupo ha desempeñado el papel de puente entre la juventud y la comunidad internacional dentro del sistema de las Naciones Unidas.

En el INC-5.1, celebrado en Busan en noviembre de 2024, el CYMG también hizo oír su voz con fuerza. Su coordinador global, Zuhair Ahmed Kowshik, subrayó que “las decisiones de hoy tienen un impacto trascendental en las generaciones futuras”, recordando a la comunidad internacional tanto las responsabilidades como los derechos de la juventud.

El surgimiento de YPAN

La madurez alcanzada por los movimientos juveniles encabezados por el CYMG condujo al surgimiento de una nueva organización. El 4 de agosto de 2025, un día antes de la apertura del INC-5.2, surgió la Red Juvenil de Acción contra los Plásticos (YPAN, por sus siglas en inglés). YPAN se constituyó bajo el amplio paraguas del CYMG, pero con el propósito de concentrarse exclusivamente en el tratado sobre plásticos y así proyectar una voz aún más poderosa. [3]

En su proceso de establecimiento, YPAN adoptó diez demandas clave: [4]

  1. Incluir en la regulación todo el ciclo de vida del plástico.
  2. Establecer metas globales para reducir la producción de polímeros vírgenes y eliminar los subsidios a los combustibles fósiles.
  3. Garantizar la transparencia en la composición de los productos y eliminar las sustancias químicas nocivas.
  4. Incorporar en el tratado los derechos humanos y la equidad intergeneracional, asegurando un medioambiente limpio, sostenible y condiciones de vida dignas.
  5. Exigir un enfoque respetuoso con la naturaleza, que transforme los sistemas de consumo y producción para conservar la biodiversidad.
  6. Basarse en la investigación científica independiente y en los saberes indígenas, estableciendo salvaguardas contra conflictos de interés.
  7. Apoyar el desarrollo y la difusión de alternativas seguras y comprobadas, evitando la ecoimpostura.
  8. Instituir de manera obligatoria un régimen de responsabilidad ampliada del productor a lo largo de toda la cadena de valor.
  9. Crear mecanismos financieros, aplicar el principio de “quien contamina paga” y reformar los subsidios existentes.
  10.  Garantizar, en todas las fases de elaboración e implementación del tratado, un enfoque basado en derechos, así como transparencia, responsabilidad y accesibilidad.

Este pliego de demandas reviste gran trascendencia, ya que va más allá de concebir el plástico únicamente como un problema de desechos y reclama una aproximación sistémica. [5]

Logros y desafíos

El surgimiento de YPAN significa que el movimiento ambiental juvenil ha madurado, pasando de ser únicamente una voz a convertirse en acción. Aporta perspectivas innovadoras que las generaciones anteriores pueden pasar por alto y muestra su potencial para convertirse en un nuevo modelo de participación juvenil en asuntos globales.

Sin embargo, sus limitaciones también son evidentes. Al tratarse de una organización en sus etapas iniciales, su base a largo plazo sigue siendo frágil. Además, aún debe reforzar el grado de sofisticación política que se exige en las mesas de negociación internacionales. Para ejercer una influencia en problemáticas de carácter complejo y global, será indispensable alcanzar un nivel aún mayor de especialización.

El camino por delante

Lamentablemente, el INC-5.2 no logró alcanzar un acuerdo sobre las regulaciones de producción. Se decidió continuar con las negociaciones, pero aún no se han fijado fechas ni sedes específicas. [6]

En el actual contexto, cada vez más divergente entre los países, el papel de la juventud cobra una importancia aún mayor. En los próximos procesos de negociación del INC, las voces juveniles pueden transformarse en acciones prácticas.

En primer lugar, los jóvenes pueden reducir directamente el uso de plásticos mediante movimientos de consumidores y prácticas cotidianas, trasladando esa experiencia práctica a la mesa de negociaciones internacionales como prueba de su compromiso.

En segundo lugar, a través de debates, enfoques académicos y redes de colaboración, tienen la capacidad de proponer alternativas innovadoras que complementen la especialización técnica requerida en las negociaciones.

En tercer lugar, al destacar los derechos de las generaciones futuras, un aspecto a menudo pasado por alto por los mayores, pueden reforzar la legitimidad del tratado.

El problema del plástico no es un asunto simple. Es un desafío complejo que abarca diferencias intergeneracionales y la sostenibilidad.

Por ello, la participación de la juventud constituye una condición indispensable para garantizar el futuro del tratado. Cuando la comunidad internacional logre traducir sus propuestas en políticas efectivas, el camino hacia la solución del problema del plástico se tornará mucho más claro. En este sentido, se hacen imprescindibles las alternativas creativas de los jóvenes para superar los dilemas que las generaciones anteriores no han podido resolver.

La acción de los jóvenes será el punto de inflexión determinante del rumbo de los problemas del plástico en el futuro.

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