Campaña Cero Plástico 2040 de ASEZ

La comunidad internacional acordó en la 5.ª Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) en marzo de 2022 adoptar un tratado internacional contra la contaminación por plásticos.

Este tratado tiene como objetivo establecer regulaciones y obligaciones a lo largo de todo el ciclo de vida de los plásticos, que afectan gravemente la contaminación ambiental, el cambio climático, la destrucción de los ecosistemas y la salud pública. Asimismo, establece los fundamentos para imponer responsabilidades a los países, las empresas y las sociedades en relación con los plásticos.

Según el informe “Cerrar el grifo” (2023) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los próximos 3 a 5 años son críticos para tomar medidas que permitan implementar un cambio sistémico hacia 2040.

Según el informe “Cerrar el grifo” (2023) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los próximos 3 a 5 años son críticos para tomar medidas que permitan implementar un cambio sistémico hacia 2040.

En respuesta, ASEZ, el Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia de Dios, insta a la ONU y a la comunidad internacional a establecer las siguientes metas y planes específicos y efectivos para la elaboración e implementación de un tratado internacional contra la contaminación por plásticos.

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   Desarrollo de estándares globales vinculantes y el establecimiento de organismos independientes para supervisar y gestionar la REP (Responsabilidad Extendida del Productor). Desarrollar estándares globales para el diseño y el embalaje que reflejen de manera realista las condiciones de la infraestructura local de gestión de residuos para el manejo de productos y embalajes de plástico. Fortalecer la aplicabilidad legal de estos estándares y establecer una organización independiente que administre y supervise estos esfuerzos, garantizando una implementación uniforme y coherente de las políticas de gestión de plásticos en todos los países.
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   Desarrollo de definiciones y estándares para sistemas de monitoreo a lo largo del ciclo de vida del plástico y el establecimiento de un sistema de reportes. Para garantizar una gestión eficaz y segura de los plásticos a lo largo de todo su ciclo de vida, desarrollar definiciones y estándares consistentes a nivel internacional y establecer un sistema de reportes que permita la divulgación transparente de información clave. Esto incluye: los tipos de plásticos utilizados, la demanda de plásticos y los factores que la impulsan, los flujos comerciales, la producción, el consumo, los patrones posteriores al uso, los efectos de la contaminación plástica en los derechos humanos y los ecosistemas marinos, así como el estado de los plásticos en el mercado global.
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   Establecimiento de metas numéricas concretas y planes para la reducción radical de los plásticos de un solo uso. Establecer metas numéricas concretas y planes para la reducción radical de la producción, el consumo y el uso de plásticos de un solo uso, que tienen un largo impacto ambiental a pesar de su corto tiempo de uso, y ofrecer incentivos apropiados a las empresas y los individuos para fomentar estas reducciones.
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   Educación pública y campañas adaptadas a cada región para convertir a los ciudadanos en protagonistas del consumo ecológico y la formulación de políticas. Ampliar la educación pública y las campañas adaptadas a cada región para que los ciudadanos reconozcan la importancia de “reutilizar, reciclar, reorientar y diversificar” los plásticos, y, basándose en este cambio de conciencia, se conviertan en consumidores responsables y en agentes clave que impulsen a los gobiernos y empresas a legislar u ofrecer alternativas libres de plástico.

Estoy de acuerdo con las propuestas de ASEZ, el Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia de Dios, para la elaboración, adopción e implementación de un tratado internacional contra la contaminación por plásticos, y apoyo plenamente sus actividades.