Respuesta al cambio climático

28.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28)

Temas globales
30 de mayo de 2024

La 28.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se celebró en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) del 30 de noviembre al 13 de diciembre de 2023. Esta conferencia fue la más grande en los 28 años de historia de las COP, con la participación de más de 85 000 personas. Por primera vez, se logró un acuerdo que estipula la necesidad de reducir los combustibles fósiles, principales responsables de la crisis climática. Además, se estableció oficialmente el “Fondo para Pérdidas y Daños”, destinado a que los países desarrollados compensen económicamente a los países en desarrollo afectados por la crisis climática.

La Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es una de las tres principales convenciones de las Naciones Unidas, junto con el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Desde su entrada en vigor tras la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Brasil en 1992, se han llevado a cabo reuniones anuales de las Partes desde 1995 para discutir medidas concretas de implementación de la Convención sobre el Cambio Climático.

Puntos clave del acuerdo final

En el acuerdo final de la COP 28, se alcanzó un consenso que establece la necesidad de “iniciar una transición justa, ordenada y equitativa lejos de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos para 2030” con el objetivo de lograr la neutralidad de carbono para 2050.

El presidente de la COP 28, el Dr. Sultan Al Jaber, declaró: “Por primera vez en la historia, tenemos un lenguaje sobre los combustibles fósiles en el acuerdo final de la COP”.

Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, señaló: “No hemos puesto fin a la era de los combustibles fósiles en Dubái, pero este resultado marca el inicio de su fin. Ahora, todos los gobiernos y empresas deben transformar estos compromisos en resultados económicos reales sin demora”.

A pesar de los numerosos esfuerzos realizados a través de las 28 ediciones de la COP para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero, las conclusiones finales rara vez han incluido de manera contundente la necesidad de reducir los combustibles fósiles, a pesar de que se sabe desde hace mucho tiempo que estos son el principal motor del cambio climático. En la COP 26, el único acuerdo alcanzado fue la “reducción de la generación de electricidad a base de carbón y la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles”, marcando la primera vez que los combustibles fósiles se mencionaron en un documento oficial. Sin embargo, el petróleo y el gas quedaron fuera del acuerdo, lo que llevó a críticas por haber retrocedido desde el objetivo inicial de eliminar los combustibles fósiles.

El tema principal de la COP 28 fue si se incluiría en el acuerdo final la “eliminación gradual de los combustibles fósiles”. Sin embargo, debido a la fuerte oposición de países productores de petróleo, como Arabia Saudita, se optó por usar el término “transición” en su lugar. Si bien el acuerdo ha sido valorado como un paso hacia un esfuerzo conjunto para reducir la dependencia global de los combustibles fósiles, también ha recibido fuertes críticas por ser insuficiente, especialmente a la luz de las advertencias de la comunidad científica sobre el papel central de los combustibles fósiles en las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático.

Durante esta cumbre también se llevó a cabo la primera evaluación global de implementación (GST) desde la adopción del Acuerdo de París en 2015, reafirmando la importancia de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. En este contexto, se reconoció la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43 % para 2030 en comparación con los niveles de 2019. Sin embargo, también se puso de manifiesto que el progreso en las acciones climáticas por parte de las naciones es demasiado lento.

Como estrategias para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, se incluyeron medidas como la transición de los combustibles fósiles, la triplicación de la capacidad global de energía renovable y la duplicación de la eficiencia energética para 2030, así como la aceleración de tecnologías de bajas emisiones, como la energía nuclear y el uso y almacenamiento de captura de carbono (CCUS). No obstante, se señaló como una limitación la falta de objetivos claros para aumentar la producción de energía renovable y la ausencia de un compromiso más firme con la eliminación de las plantas de energía a base de carbón.[1] [2]

Resultados de la COP 28

Creación del Fondo para Pérdidas y Daños[3]

El “Fondo para Pérdidas y Daños”, destinado a compensar económicamente a los países en desarrollo que sufren desastres climáticos debido a la industrialización de los países desarrollados, fue oficialmente establecido el 30 de noviembre de 2023. Inicialmente, se esperaba que las negociaciones sobre este tema fueran intensas hasta el final de la cumbre, pero la declaración de su creación el primer día de la COP 28 se consideró un logro inesperado. Este fondo ha sido objeto de debate desde la década de 1990, ya que su existencia reconoce la responsabilidad de los países desarrollados en las catástrofes climáticas y busca apoyar a las naciones en desarrollo. Sin embargo, la falta de compromiso por parte de los países desarrollados ha dificultado la llegada a un consenso. Fue en la COP 27, celebrada en noviembre de 2022 en Sharm el-Sheij, Egipto, cuando se alcanzó un acuerdo inicial sobre su creación. No obstante, las discusiones sobre el tamaño del fondo, la entidad que lo administraría y la distribución de las contribuciones se prolongaron debido a diferencias entre los países.

Según el borrador del acuerdo, el fondo operará bajo el marco de una agencia de las Naciones Unidas. Las contribuciones anunciadas al momento de su creación incluyen 100 millones de dólares por parte de los Emiratos Árabes Unidos (presidencia de la COP 28) y Alemania, 75 millones de dólares del Reino Unido, 17,5 millones de dólares de Estados Unidos y 10 millones de dólares de Japón. Sin embargo, persisten desacuerdos entre los países desarrollados y en desarrollo sobre quién debe aportar, en qué medida y si las contribuciones serán obligatorias. Estas incertidumbres plantean desafíos para que el fondo cumpla eficazmente su objetivo de mitigar las pérdidas y daños en los países en desarrollo.

Acuerdos sobre Energías Renovables y Eficiencia Energética

Uno de los principales logros de la COP 28 fue el acuerdo sobre “Energías Renovables y Eficiencia Energética”, impulsado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU). En este pacto, 123 países se comprometieron a triplicar la capacidad de generación de energía renovable y a duplicar la eficiencia energética para el año 2030. Además, se estableció la meta de reducir en más del 80 % las emisiones de metano, el segundo gas de efecto invernadero más emitido después del dióxido de carbono, para el mismo año. Sin embargo, China (el mayor emisor de gases de efecto invernadero), India (el tercero), así como importantes exportadores de petróleo y gas natural como Arabia Saudita y Rusia, no firmaron este acuerdo.[4] [5]

Además, 22 países, incluidos Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y Suecia, acordaron reconocer la energía nuclear como una fuente de energía limpia dentro de la estrategia de lucha contra el cambio climático. Como parte de la “Iniciativa Nuclear Cero-Neto”, se comprometieron a aumentar en más de tres veces la capacidad nuclear para el año 2050 en comparación con los niveles de 2020.[6]

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