Guardamos la seguridad urbada mediante la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental
¿Alguna vez ha visto pintura amarilla en los pasos de peatones frente a una escuela primaria? Los coloridos murales pintados en las paredes de las casas y las bonitas esculturas instaladas en las calles no son simplemente elementos decorativos para embellecer el paisaje; podrían estar actuando como guardianes de la seguridad de nuestro vecindario.
La Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental se refiere a un diseño que busca prevenir el crimen mediante la planificación y uso adecuado del entorno urbano y arquitectónico. Es una teoría multidisciplinaria y una estrategia práctica destinada a reducir el crimen y la sensación de inseguridad, mejorando la calidad de vida. No se trata simplemente de prevenir los delitos colocando cerrojos en las puertas y aislando a los vecinos, sino de diseñar de manera eficiente y estética el entorno urbano —edificios, calles, parques y lugares públicos— para fomentar la interacción social, atraer más personas y promover el desarrollo económico local, mejorando así la calidad de vida.
La Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental ha demostrado ser eficaz en la reducción del crimen en diversos entornos, como zonas residenciales, centros comerciales y áreas de negocios. Por ejemplo, en festivales o eventos locales que atraen a miles de visitantes, la delincuencia en las calles disminuye notablemente. Otros ejemplos incluyen la organización de programas deportivos y ambientales para mantener a los niños alejados de actividades delictivas y permitirles jugar libremente en los parques, o la instalación de cercas con agujeros para mejorar la visibilidad y la colocación de arte público en áreas donde la delincuencia es alta, como alrededor de patios. Existen numerosos casos en todo el mundo que aplican la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental con éxito.
Coloreando la ciudad: Efectos de pintar murales

El pintado de murales se basa en los principios de “vigilancia natural” y la “teoría de las ventanas rotas” de la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental. Esta práctica contribuye a crear calles más luminosas que dirigen la atención de las personas hacia diferentes puntos de la calle, y tiene un efecto positivo en la psicología humana mediante un entorno limpio y colores vibrantes. Además de prevenir el crimen mediante la mejora del entorno, el pintado de murales también fomenta el sentido de comunidad entre los residentes locales y contribuye significativamente al desarrollo económico de la región al atraer a turistas.
¿Cómo puede lograrse tal mejora simplemente coloreando las paredes? En el contexto de la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental, el uso del color puede influir en el comportamiento humano y ayudar a disuadir actividades delictivas. Por ejemplo, en áreas con alta incidencia de crímenes, el uso de colores brillantes y audaces puede aumentar la visibilidad y hacer que la zona sea menos atractiva para los delincuentes, al mismo tiempo que atrae la atención hacia ese lugar. Además, el uso de colores calmantes como el azul o el verde en áreas con preocupaciones de seguridad puede contribuir a crear un entorno más pacífico y seguro.

El color transforma la psicología y el comportamiento humano
Los estudios sobre la influencia del color en la psicología humana son complejos y amplios. Estas investigaciones han demostrado que los colores pueden afectar de manera diferente el estado de ánimo, las emociones y el comportamiento de las personas.

El color rojo es el que genera las emociones más intensas. Al verlo, las personas sienten un temor instintivo y entran en un estado de tensión sin darse cuenta. También es un color cálido y lleno de energía que puede hacer que los alimentos parezcan más apetitosos. Si se utiliza adecuadamente, el rojo puede ser efectivo para mostrar advertencias o para inducir sentimientos dinámicos, positivos y proactivos en las personas.
El amarillo es un color cálido, amable e intelectual. En la cultura occidental, simboliza sabiduría, luz y conocimiento, mientras que en la cultura oriental representa autoridad y riqueza. El amarillo estimula la curiosidad y la vitalidad al tiempo que transmite una sensación de calidez. Además, debido a su alto contraste con el negro, se utiliza con frecuencia en empaques y señales de advertencia para mejorar la visibilidad.
El verde, asociado con la naturaleza y la vida, transmite seguridad y tranquilidad. Por ello, el verde inspira confianza, calma la mente y ayuda a concentrarse. Este color se utiliza para guiar a las personas hacia espacios seguros, como se observa en las señales de emergencia que están marcadas en verde.

El azul simboliza la libertad y transmite una sensación de frescura y ligereza que calma la mente y estimula la creatividad. Los colores fríos ayudan a reducir la presión arterial, disminuir el ritmo cardíaco y estabilizar la respiración. Por ello, el azul también simboliza la paz y es el color de los logotipos de organizaciones internacionales como la ONU y la UNESCO.
El rosa simboliza la juventud y la feminidad. Este color crea un ambiente amable y suave que también tiene un efecto calmante en la mente. Por esta razón, en países como Estados Unidos y Suiza, las paredes de algunos centros de detención han sido pintadas de rosa para reducir la agresividad de los reclusos. Además, cuando la mente se calma, se fomenta la creatividad.
El morado simboliza el misterio. Por ello, es el color asociado con la espiritualidad, el inconsciente y la hipnosis. En el pasado, los tintes de color morado eran extremadamente raros y solo los reyes y personas de gran poder podían usarlos, lo que le otorga una imagen de autoridad y sofisticación.
En conclusión, la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental es una herramienta poderosa para reducir el crimen a través del diseño ambiental. El uso del color, como un aspecto de la Prevención del Crimen a través del Diseño Ambiental, puede influir en el comportamiento humano y contribuir a crear entornos más seguros y protegidos. Sin embargo, es importante recordar que el impacto del color en la psicología es complejo y puede variar significativamente según la persona y las diferencias culturales.